Bob Marley: De la Jamaica rural al súper estrellato musical

Un día como hoy hace 78 años nació en Nine Mile, Jamaica, un niño llamado Robert Nesta Marley, quien con el tiempo se convertiría en una estrella de la música, la primera superestrella del tercer mundo, con un legado imperecedero.

Fue hijo de un marino británico que trabajaba para el gobierno de la isla, de unos 60 años -aunque nadie lo supo con certeza- llamado Norval Marley y de una joven adolescente llamada Cedella Booker, quien trabaja en los campos de Nine Mile.

A raíz de esta unión Bob fue mulato (mestizo) y, de algún modo, repudiado tanto por negros como por blancos. Esta situación lo hizo forjar su carácter desde muy niño, por lo que solía decir que: 

“Mi padre es un blanco y mi madre es negra. Ellos me llaman mestizo o lo que sea. Bueno, yo no estoy del lado de nadie. No estoy del lado de los negros ni del lado de los blancos. Yo estoy del lado de Dios, quien me creó y quien me hizo venir del negro y el blanco”

Bob Marley

Un niño especial

Para todos quienes lo conocieron, desde pequeño Bob fue especial. Se dice que de niño tenía la habilidad de leer el futuro en las palmas de las manos y asustaba a la gente porque acertaba, y además profetizó que sería cantante cuando grande.

Ese futuro se comenzó a forjar cuando se trasladó con su madre y familia desde la zona rural a la capital Kingston, en específico a Trenchtown, un barrio muy pobre similar a nuestros campamentos, donde junto a su medio hermano Neville Livingstone, mejor conocido como Bunny –aún sin el mote Wailer- empezó a acercarse a la música.

Llegó a ser tanto su gusto por la música que dejó sus estudios y se lanzó de lleno a la carrera musical, aunque el camino no estuvo exento de problemas.

En esta travesía conoció a Peter Tosh (Winston Hubert McIntosh), un joven con conocimientos musicales, que ayudó a los otros dos a mejorar.

Entre los tres veían a los grupos vocales estadounidenses como modelos a seguir, pues estaban de moda por aquella época en Jamaica, fines de los años 50 y principios de los 60.

El inicio del éxito

Es así como Bob, Bunny y Peter forman el trío The Wailers, quienes después de muchos ensayos, tocando incluso en cementerios para perder el miedo a los escenarios, en 1962 consiguen su primer éxito en Jamaica con la canción en ritmo ska “Simmer Down”, con el cual alcanzaron el número uno de los rankings.

Es importante entender el contexto en la isla, pues ese mismo 1962 fue el año de la independencia de Reino Unido y el ska fue un estilo musical creado en Jamaica que ayudó a forjar la identidad y el orgullo de esta nación desde sus inicios, siendo un éxito entre sus habitantes.

A partir de allí The Wailers tuvo múltiples hits en Jamaica y llegados los años 70 obviamente comenzó su internacionalización con los álbumes Catch a Fire y Burnin’.

En los 70′ los sucesos ocurrieron a una velocidad impresionante en apenas menos de una década: su separación con Bunny y Peter y el inicio de su carrera en solitario; giras internacionales; álbumes imprescindibles; éxitos mundiales y, lamentablemente, su fallecimiento el 11 de mayo de 1981 producto de la metástasis de un melanoma, un tipo de cáncer que las personas de piel clara son más propensos a sufrir, aunque las personas de piel más oscura tienen mayor riesgo de morir.

Figura inmortal

Tras su muerte, la figura de Bob Marley se hizo eterna y no es un cliché, su trascendencia es universal y continúa en el tiempo pese a que ya son más de 40 años sin su presencia terrenal.

De joven se acercó a la fe Rastafari por medio de Mortimmer Planno, uno de los principales líderes Rastas de Jamaica, quien le enseñó sobre Haile Selassie y su divinidad y de esta militancia Bob puso toda su capacidad, su poesía y talento para crear canciones revolucionarias con la mira siempre en África.

Es que su música tiene esa cualidad de la que no pueden jactarse muchos que es que no tiene tiempo y a su vez puso de relieve los problemas del tercer mundo, lo que vio en Trenchtown, lo que vive la gente en todas partes, en esos tiempos, y que también se viven en la actualidad.

Cantó sobre la pobreza, el hambre, la injusticia social, la violencia, pero también sobre la fe, la conciencia social, el despertar personal, la libertad y la esperanza de un mundo mejor.

Su canto fue tremendamente político -sin llegar ser partidista- en la época de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética se habían repartido el mundo. “Ni capitalista, ni marxista”, dijo alguna vez.

“One Love” es un himno a la paz, “Redeption Song”, un himno a la libertad, “No Woman, No Cry”, que muestra las injusticias sociales, algo parecido a “I Shot The Sheriff” y podríamos seguir eternamente encontrando cosas nuevas en su inmenso legado musical.

Un legado que queda reflejado en este diálogo durante una entrevista con un periodista británico sobre la riqueza, que terminó siendo una profecía:

P: ¿Ha ganado mucho dinero con la música?

BM: ¿Dinero? ¿Cuánto dinero es mucho para usted?

P: Buena pregunta ¿Ha ganado usted, digamos, millones de dólares?

BM: No

P: ¿Es usted rico?

BM: ¿A qué se refiere cuando dice ‘rico’?

P: ¿Tiene muchas posesiones, mucho dinero en el banco?

BM: ¿Las posesiones te hacen rico? Yo no tengo ese tipo de riquezas. Mi riqueza es la vida, para siempre.

Efectivamente, Bob Marley vive para siempre, live foriva.