Son tiempos convulsionados en el mundo, qué duda cabe. Estamos viviendo las consecuencias de una pandemia que ya ha provocado la muerte de 500 mil personas en el mundo y aumentando, además de unos 15 mil decesos solo en Chile, por lo que nos vimos en la obligación de pasar el invierno en nuestras casas en confinamiento.
Antes de eso, una explosión de energía social liberada con una fuerza pocas veces vista desnudó las fallas del modelo neoliberal chileno y la necesidad de un cambio profundo en las bases del sistema, con el fin de establecer un nuevo pacto social a partir de una nueva constitución.
El mundo no es ajeno a este escenario, ya que se han detonado protestas sociales en muchos países en la última década por diversas problemáticas, aunque en su mayoría son por temáticas comunes: mayores derechos sociales; la crisis de representatividad de la política; la corrupción; y la crisis de las democracias liberales.
Ante esto, la gente, los pueblos, la ciudadanía se ha levantado en contra de estas injusticias, tal como lo dice Get Up, Stand Up.
Hay otra canción ícono en la lucha por los derechos humanos en la que, con tono profético, Peter Tosh canta que no habrá paz hasta que no tengamos igualdad de derechos y justicia, un lema que no ha perdido su vigencia con el paso de los años.
En Handsworth Revolution, Steel Pulse canta con claridad:
“No quiero favores
Porque todavía hay hambre
Inocente condenado
Mal salario, trabajo duro
Solo Babilonia prospera”
“Chile despertó” y ha sido epicentro de estas protestas a nivel global. El 25 de octubre del año pasado, más de 1,2 millones de personas marchó de forma pacífica solo en Santiago, se cree que hasta 3 millones en todo el país.
“Pobreza“, de Conciencia YoyYo, da cuenta de algunas de las causas del estallido social.
A la vez, el movimiento feminista convocó cifras similares el 8 de marzo y también propagó la perfomance de LasTesis por todo el orbe.
Sin alcanzar la magnitud del colectivo chileno, una profunda canción del poder de las mujeres es Greatest Threat To The Status Quo de Jah9 en colaboración con el ya ascendido Vaughn Benjamin (Midnite, Akae Beka).
Otro problema grave es el racismo, que sigue golpeado fuerte. En Estados Unidos es brutal hasta hoy y la muerte de George Floyd desató protestas por todo el ancho de ese país; en Chile también tenemos el mismo flagelo que lo sufre el pueblo mapuche y los pueblos originarios, además de los extranjeros, principalmente los de piel más oscura.
“War”, canción inspirada en un discurso de Su Majestad Imperial Haile Selassie I ante las Naciones Unidas en 1966, expresa un potente mensaje contra el racismo.
En un contexto con muchas de estas problemáticas se forjó el Reggae, así surgió y se desarrolló, en medio de los ghettos, con serios problemas sociales similares a los actuales, por lo que su característica voz de protesta conserva gran vigencia hasta nuestros días.