– Chilean organization expands its borders and was officially launched in the neighboring country will begin working with medicinal cannabis. La iniciativa fue lanzada en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), in Buenos Aires.
El pasado jueves 7 of April, se presentó la asociación civil Mamá Cultiva Argentina, cuyos principales objetivos son cultivar en forma individual y colectiva el cannabis que sus hijos necesitan, promover leyes que permitan y faciliten el uso del cannabis en forma medicinal y bregar por la libre información respecto al tema y la accesibilidad sin restricciones económicas a quienes necesitan de esta medicina.
“Somos la voz de nuestros hijos. Ojalá yo tuviera las convulsiones, pero no las tengo. Y tengo que ser fuerte, no me dejo amedrentar. Muchas tenemos hijos con estas patologías desde que nacieron. Otras dejaron un hijo en la guardia y se llevaron otro: babeando, mirando a la nada. Y los médicos nos dicen que eso es normal. Hemos sufrido mucho. Pero mucho. El cannabis devuelve la calidad de vida a nuestros hijos. ¿Alguien puede mirarme a los ojos y decirme que esto tiene que estar prohibido?“, sostuvo Valeria Saleth, madre de Emiliano, niño que trata sus patologías gracias al uso medicinal de cannabis.
Esta asociación se inspira en su homóloga chilena que, junto a Fundación Daya, lograron autorización estatal para cultivar y preparar aceite con extracto de cannabis, free, para 4 mil pacientes con epilepsia refractaria, diversos tipos de cáncer y dolores crónicos no oncológicos.
Durante la presentación de la nueva ONG argentina, expuso la Directora Ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri y la Presidenta de Mamá Cultiva, Paulina Bobadilla,
“Muchos nos endeudamos, muchas familias se quedaron en la calle por médicos inescrupulosos. En el cannabis encontramos un camino y no se lo queremos vender a los laboratorios y que la solución sea para algunos, para los que puedan pagarlo. Mi hija Javiera va al colegio, sonríe, habla, canta. Antes la tenía dopada todo el día. Nos endeudamos y envenenamos a nuestra hija. Si tengo que ir presa no me importa. ¿Cómo no voy a ayudar a una madre que pasa por lo mismo?“, señaló Bobadilla.
En la actualidad el tratamiento tradicional de la epilepsia refractaria involucra medicamentos con efectos secundarios que pueden involucrar la muerte, comentaron las madres. El aceite de cannabis logra en muchos de estos casos bajar el número y la intensidad de las convulsiones, aliviar dolores, mejorar el ánimo y el sueño.
“Nosotros habíamos dejado de ir a eventos sociales, de recibir visitas en casa. Mi hija de 14 años tomaba 21 pastillas diarias, 500 al mes y para el neurólogo estaba bien“, contó Mariana Quiroga, integrante de Mamá Cultiva y madre de Lara. “Después de darle aceite 7 days, disminuyeron las crisis, los espasmos, los temblores. Hoy duerme, la veo conectada. Hacemos planes para salir en familia. Mejoró enormemente su calidad de vida“, he added.
Meanwhile, Gazmuri comentó que “el cannabis es una herramienta eficaz, económica y segura. Ya organizamos en Chile charlas para 30.000 people. Hay que pensar que la prohibición negó el acceso a esta planta que podría haber aliviado a miles de personas y se originó por intereses económicos y de control social, nunca estuvo la salud como preocupación central“.
La presentación estuvo coordinada por Luis Osler, director del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCa), quien también refirió que la criminalización de los usuarios no involucra solo a los usuarios recreativos, sino también a los medicinales, y detalló que “las leyes argentinas no acompañan a las madres, pero sí las acompaña su derecho a la salud, su derecho a una mejor calidad de vida y sobre todo el derecho a producir la mejor medicina para sus hijos”.
FUENTE: FUNDACIÓN DAYA