Las expectativas eran altas y sin duda fueron cumplidas. La banda estadounidense Stick Figure debutó en los escenarios chilenos el viernes 23 de mayo y de América Latina con un show que desató la euforia de los fanáticos que repletaron el Teatro Coliseo de Santiago.
Liderados por Scott Woodruff, los californianos conectaron con su público a lo largo de una noche donde cada canción fue recibida con coros y palmas, en una sincronía natural que fluyó desde el primer acorde.
El repertorio hizo un recorrido generoso por lo más significativo de sus casi dos décadas de trayectoria.
A las 21:15 horas comenzó el viaje con una intro visual con tintes cinematográficos que luego abrió paso a canciones como “Shine”, seguida por “Above the Storm”, “Way for Life” y “All for You”, con un público que respondió de inmediato, sumándose con fuerza al pulso envolvente de cada tema.
La pantalla proyectó visuales vibrantes que se entrelazaron con el sonido: árboles que respiraban color, mares sin orilla, volcanes al rojo vivo y aves surcando cielos cambiantes. Todo amplificaba la inmersión del show, en una experiencia donde la música guiaba el viaje.
La mezcla de reggae, dub y varios momentos de rock construyeron una atmósfera potente con visuales y sonidos que se tejieron con precisión en una puesta en escena que mantuvo alta la vibración del público en todo momento.
Hacia la mitad del setlist, “Choice is Yours”, y luego cerca del final, “Fire on the Horizon”, “World on Fire” y “Weight of Sound” marcaron algunos de los puntos más altos de una presentación que se extendió por más de hora y media.
Cada canción fue recibida como un clásico, y eso se sintió tanto abajo, como seguramente arriba del escenario.
Stick Figure dejó claro por qué es una de las bandas fundamentales del nuevo roots reggae a nivel global. Un debut en Sudamérica que no solo cumplió, sino que superó, dejando al público con el fuego encendido y el recuerdo fresco de una noche inolvidable.
